Clasificación de los Actos de Comercio

El Código de Comercio regula los actos mercantiles, que son los actos de comercio específicamente establecidos en su artículo 75. Cualquier otro acto que no esté incluido en dicha lista se considerará no mercantil y estará regulado por el Código Civil, como por ejemplo la prestación de servicios o el arrendamiento. A pesar de que algunas actividades comerciales pueden parecerse a actividades civiles, la diferencia radica en que las comerciales buscan obtener un lucro y tienen una finalidad especulativa.

En virtud de lo expuesto, se puede clasificar los actos de comercio en:

Actos absolutamente mercantiles:

Son aquellos que por su propia naturaleza se consideran actos de comercio y están claramente definidos en el Código de Comercio de México, en su artículo 75, así como en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. Estos actos son exclusivamente comerciales y se caracterizan por estar destinados a la realización de actividades empresariales con fines de lucro. Algunos ejemplos de actos absolutamente mercantiles son los contratos de distribución, apertura de crédito, depósito bancario, fideicomiso, cuenta corriente y depósito de títulos.

Actos de mercantilidad condicionada:

Son aquellas actividades que pueden aparentemente llevar implícita la aplicación del Código de Comercio, pero su regulación dependerá de las circunstancias específicas del caso y de si se cumplen ciertas condiciones. Un ejemplo de este tipo de actos es la celebración de un contrato de arrendamiento respecto de un bien inmueble que será empleado para la edificación de una empresa.

Atendiendo a su finalidad:

Son aquellas actividades que son realizadas con la intención de obtener un beneficio económico lícito, ya sea por parte de un comerciante o de una persona que no tenga tal carácter, pero que realice dicha actividad con la intención de obtener una ganancia. Estos actos pueden incluir la compra y venta de bienes, la prestación de servicios, o la concesión de crédito.

Según la persona que interviene en ellos.

  • Actos mercantiles realizados por comerciantes: Son aquellos actos que realizan los comerciantes en el ejercicio de su actividad comercial, como la compra y venta de mercancías, la prestación de servicios comerciales, la emisión de facturas, entre otros.
  • Actos mercantiles realizados por no comerciantes:
  • Son aquellos actos que realizan personas que no son comerciantes, pero que participan en una transacción comercial, como los contratos de trabajo, los contratos de arrendamiento de bienes muebles e inmuebles para uso comercial, entre otros.
  • Es importante destacar que la realización de un acto mercantil por parte de una persona que no es comerciante no la convierte en comerciante, ya que la actividad comercial debe ser realizada de manera habitual y profesional para ser considerada como tal.

Los actos mercantiles por su objeto:

Son aquellos que, independientemente de quién los realice o de la finalidad perseguida, tienen una naturaleza mercantil en sí mismos debido a la actividad o bien que se transa.

Son aquellos relacionados con la producción, distribución y comercialización de bienes y servicios, así como con la intermediación financiera, como por ejemplo: la compra-venta de bienes muebles e inmuebles destinados a la reventa, la compraventa de títulos valores, la prestación de servicios relacionados con el comercio, la fabricación y comercialización de productos, entre otros.

Actos mercantiles accesorios y conexo:

Son aquellos que, aunque no tienen un fin mercantil directo, se encuentran estrechamente relacionados con otros actos que sí tienen esa finalidad.

Por ejemplo, el contrato de arrendamiento de un local comercial es un acto civil, pero si ese local es utilizado para la venta de productos o servicios, se considerará un acto mercantil accesorio y conexo a la actividad comercial que se realiza en él.

Otro ejemplo puede ser la contratación de un seguro para proteger un negocio, aunque el contrato de seguro es civil, se considera un acto mercantil accesorio y conexo a la actividad comercial que se realiza.

En general, los actos mercantiles accesorios y conexos tienen una relación indirecta con la actividad comercial, pero su importancia en la protección y funcionamiento de dicha actividad es fundamental.

De forma mas general los actos mercantiles pueden clasificarse de la siguiente manera:
  • Actos de comercio objetivos: Los actos de comercio objetivos son aquellos que, independientemente de quien los realice o de la forma en que se lleven a cabo, tienen una naturaleza comercial por su objeto o por la actividad económica que se realiza a través de ellos. Estos actos están definidos en el Código de Comercio y en otras leyes que regulan actividades comerciales específicas. Entre los ejemplos de actos de comercio objetivos se encuentran la compra y venta de bienes muebles e inmuebles, la importación y exportación de mercancías, la prestación de servicios de transporte, la concesión de créditos, el otorgamiento de garantías y avales, la constitución de sociedades mercantiles, entre otros.
  • Actos de comercio subjetivos: Sin actos subjetivos los actos que resultan mercantiles en razón a la forma en que se ejercen, también lo son aquellos actos que son mercantiles como consecuencia de otro acto principal. Se les denomina de esta forma ya que para su determinación es necesario que el sujeto que realiza el acto sea comerciante. Algunos ejemplos de actos de comercio subjetivos son la compra y venta de mercancías por parte de un comerciante, la realización de contratos de arrendamiento de locales comerciales, la contratación de servicios profesionales para el desarrollo de su actividad comercial, entre otros.