Dura lex, sed lex

La expresión latina Dura lex, sed lex tiene su origen en el Derecho romano, y puede traducirse literalmente como "dura ley pero ley". Lo que se interpreta a partir de este principio es que la ley es dura sin embargo es la ley, por lo que su aplicación es inevitable, incluso si resulta desfavorable por alguna situación en particular.​ Esta expresión, tiene como intención que el ciudadano respete la ley, en todos los casos, aun si se genera un perjuicio en el individuo que acata la norma.

Su antecedente histórico mas antiguo es el veredicto que introduce la ley escrita en la antigua Roma. En el se intento establecer la relevancia de la evolución natural del derecho oral trascendiendo al derecho escrito, ya que con este este ultimo, no era posible aplicar el derecho al arbitrio del ejecutante, pues la ley escrita eliminaba cualquier forma de imposicion arbitraria, mediante una ley basada en postulados de justicia y que se aplicaba igual para todos.

Las Doce Tablas, fue la primera ley escrita, de categoría expedida, publicada en Roma, sin embargo las clases sociales altas continuaron abusando de su poder mediante privilegios que eran otorgados por la misma ley. Las Acciones de la Ley eran manipuladas de forma caprichosa por parte de los pontífices y de los primeros magistrados romanos, quienes tenían el poder suficiente para decidir si era procedente o no la acción emprendida ante ellos. El ejemplo mas claro de lo anterior, es el hecho de que para instruir un proceso era necesario recitar palabras estrictamente solemnes ante el Magistrado, que eran conocidas por muy pocos, por lo que las clases bajas muchas veces no podía obtener protección de los mecanismos de derecho.