Importancia y función de la estructura fundamental de conceptos

La idea de crear una estructura fundamental de conceptos es de vital importancia para cualquier disciplina o ciencia y esta es de mucha utilidad si se intenta definir un concepto, elaborar una teoría o incluso realizar una investigación científica. En consecuencia de su abundancia y complejidad, el conocimiento humano, debe ser estructurado para lograr las metas fijadas ante una investigación y es aquí donde a partir de un marco conceptual se debe seleccionar los conceptos fundamentales de la temática en cuestión y establecer con ellos una estructura que de fundamento a sus estudios.

Una estructura fundamental de conceptos es una herramienta que permite explicar una idea y ayuda a comprenderla mejor, organizando los conceptos que la componen y forman parte de ella. La estructura fundamental de conceptos tiene como principal función organizar la información relevante que existe sobre un tema en particular, esquematizar la información y presentarla.

La epistemología puede definirse como la ciencia que estudia el conocimiento humano, se basa en la centralidad de la definición de los marcos conceptuales de distintas disciplinas, con el objetivo de facilitar la transmisión y comprensión de la información existente. La epistemología jurídica también llamada teoría de la ciencia jurídica, se encarga de estudiar los métodos y procedimientos intelectuales que los juristas utilizan para identificar, interpretar, integrar, y aplicar las normas de derecho, así como el estudio sistemático de la argumentación jurídica.

Para el caso de las ciencias jurídicas es posible que varios sistemas de reglas o creencias distintos entre sí, puedan ser consideradas objetivas y válidas. Desde ciertos criterios epistémicos la pluralidad
de creencias o de reglas, no conduce a la irracionalidad o subjetividad, incluso si estas no puedan ser incluidas en un todo coherente. Por lo que es posible pensar en una pluralidad de sistemas
de reglas jurídicas, de conductas obligatorias, objetivas y válidas, que existen dentro de un mismo Estado. Con lo anterior se puede afirmar que el pluralismo jurídico es epistemológicamente correcto.